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Qué estamos mirando en las elecciones argentinas de 2023

En el mismo año que la democracia en Argentina cumple 40 años, se celebran el próximo domingo elecciones para elegir representantes para ocupar los roles de Presidencia y Vicepresidencia, 130 diputaciones, 24 senadurías en ocho provincias, además de 19 representantes parlamentarios del Mercosur a nivel nacional y 24 a nivel regional. Estos liderazgos electos desempeñarán un papel esencial en la construcción de una sociedad más inclusiva en Argentina.

En la última década, América Latina ha sido testigo del surgimiento de movimientos de extrema derecha que cuestionan no solo las estructuras tradicionales de la democracia, sino también los avances en derechos y libertades conquistados. Argentina no escapa a esta tendencia inquietante. Como evidenció nuestra investigación Juventudes y Democracia en América Latina, estos movimientos han encontrado apoyo entre las juventudes, quienes expresan un alto nivel de insatisfacción con el funcionamiento de las instituciones tradicionales de la democracia. Las personas jóvenes están a favor de hacer uso del voto, pero no sienten que sea una herramienta poderosa para lograr el cambio. Tienen otras formas de vincularse con la política, mediadas por la tecnología y por causas específicas, desafiando a quienes se dedican a pensar el futuro de la democracia. 

En este contexto, Luminate mantiene su compromiso para que todas las personas, particularmente aquellas históricamente subrepresentadas, tengan acceso a la información, los derechos y el poder para influir en las decisiones que impactan a la sociedad. En Argentina, trabajamos de la mano de mujeres diversas y personas de la comunidad LGBT+ para garantizar que puedan participar plenamente en la vida política y cívica. También colaboramos con organizaciones que buscan prevenir la polarización y construir un debate público menos divisivo y hostil. 

En este año electoral, nos ocupan dos temas principales: 

Agenda de género: representación y posible retroceso de derechos conquistados

En las últimas décadas, Argentina ha sido pionera en impulsar acciones para garantizar una mayor participación de mujeres en la política. Desde 2017, año en el que sancionó la Ley 27412 de Paridad de Género en Ámbitos de Representación Popular, los partidos políticos requieren presentar las listas de candidaturas intercalando a mujeres y hombres. A pesar de este gran avance, el acceso a cargos políticos por parte de mujeres sigue sin ser igualitario. En primer lugar, dicha ley no ha sido ratificada en todas las provincias: Tierra del Fuego y Tucumán no la han implementado. Por otro lado, al implementarse, el primer candidato de las listas es, generalmente, un hombre. Esto se traduce en un desbalance de géneros en la oferta de candidaturas, o bien, en elecciones para cargos uninominales, los hombres frecuentemente resultan electos, como evidencian las investigaciones de nuestra organización aliada ELA. Finalmente, como señala Chequeado, la Ley 27412 no aplica para las fórmulas presidenciales, y eso se ha traducido en que, de las ocho listas de las precandidaturas presidenciales de las alianzas más importantes, solamente hubo dos mujeres precandidatas a presidenta y dos a vicepresidenta.

Pese a la existencia de legislación, una mayor participación de mujeres no necesariamente se ha traducido en una mayor adhesión por parte de liderazgos políticos a la agenda de igualdad de género. El monitoreo de ELA a las principales fórmulas presidenciales demuestra una ausencia general de propuestas concretas en materia de políticas de género, o bien, un posicionamiento que plantean algunas de las fuerzas políticas más populares tanto en sus discursos como en su plataforma electoral, cuestionando la institucionalización de la agenda en el gobierno, así como políticas y programas sociales a favor de esta población.

Respecto a la participación política de la comunidad LGBT+ en Argentina, investigaciones desglosadas por provincia evidencian una ausencia de candidaturas de personas travestis y trans. Atender la subrepresentación de personas de la comunidad LGBT+ en la política resulta necesario para garantizar una democracia más diversa. Según nuestra investigación "LGBT+ en la política: percepciones del electorado en América Latina", el 55% de las personas argentinas encuestadas respalda el aumento de representantes LGBT+ en dicho ámbito. En ese sentido, es indispensable impulsar a que los poderes, instituciones públicas y partidos argentinos implementen más y mejores medidas para incentivar una mayor participación de personas LGBT+ en la política, garantizando en todo momento que puedan ejercer sus liderazgos de manera segura. 

Redes sociales, desinformación y polarización

Al igual que en otros países de la región y el mundo, las redes sociales se han convertido en un espacio central para el debate público en Argentina. Estas plataformas desempeñan un papel crucial en la forma en que las personas se informan y se involucran con la política. Durante el proceso electoral en Argentina, Contextual y Chequeado compilaron evidencia de desinformación, la cual, en su mayoría, ha estado enfocada en las candidaturas presidenciales.

Si bien la desinformación por sí sola implica desafíos para el debate público en las redes sociales, en el contexto argentino, dicha problemática ha dado paso a la amplificación de narrativas antisistema y de cuestionamiento a derechos sociales conquistados, que han logrado un impacto aún más significativosegún la iniciativa Contextual, organización aliada de Luminate.

La fuerza de estas narrativas se debe, en gran medida, a una red descentralizada de amplificadores digitales del discurso, conformada principalmente por juventudes. Los discursos negacionistas, así como aquellos que cuestionan la existencia de violencia de género, la importancia de la salud sexual y reproductiva, o incluso la existencia de un Ministerio de Mujeres y Diversidades, tienen un impacto profundo en grupos históricamente subrepresentados, como las mujeres y personas de la comunidad LGBT+.

La gran potencia que han obtenido este tipo de narrativas durante las elecciones argentinas, llegando a altos niveles de violencia en algunas publicaciones de campañas políticas, pone de manifiesto el urgente desafío de crear un ambiente donde se preserve la libertad de expresión y, al mismo tiempo, se garantice un debate público menos divisivo y hostil. Los partidos políticos son instituticionales esenciales del sistema democrático. Es fundamental que se abstengan de promover por sí mismos o por terceros campañas de desinformación y discursos polarizantes y que rechacen este tipo de prácticas.

En el marco de los 40 años de la democracia en Argentina, este proceso electoral representa una oportunidad para reafirmar el compromiso con sociedades más justas e inclusivas, en las que todas las personas puedan ejercer plenamente sus derechos. Desde Luminate, continuaremos respaldando iniciativas alineadas con este compromiso, y monitoreando el desenlace de este proceso electoral que, sin duda alguna, tendrá amplias repercusiones en el resto de la región.